Han
pasado millones de años pero la preocupación del ser humano por la estética ha
estado presente desde el inicio de la humanidad hasta nuestros días.
Con
el descubrimiento del perfume nos remontamos también al origen de la
AROMATERAPIA, ya que el ser prehistórico se sentía mejor con el aroma que
desprendían ciertos elementos de la naturaleza, lo que habían iniciado como
supervivencia se convertiría en un momento dado en bienestar.
Fueron
los seres prehistóricos los que observaron que los aromas mejoraban su calidad
de vida, sin embargo el uso del perfume tal y como lo conocemos en la
actualidad se remonta a Egipto. Las mujeres egipcias llevaban pequeños
recipientes de barro con perfumes que contenían esencia de sudor de los hombres
más sanos y fuertes para atraer sexualmente a los hombres y combatir ciertas enfermedades.
Este acto se mantiene en la actualidad
ya que reconocidos perfumistas incorporan feromonas combinadas con elementos
naturales en esencias tan famosas como Opium de YSL, Armani code o Poison de Dior, con el objetivo de atraer al sexo opuesto.
Otro
aspecto a analizar dentro de la estética femenina de la Prehistoria es el uso
del maquillaje facial y corporal. Las primeras mujeres ya usaban pigmentos minerales y animales como
maquillaje aunque no se sabe con certeza cuál era su finalidad: si lo usaban
para realzar su belleza, para llevar a cabo un acto fúnebre o para iniciar un
ritual. Según se deduce de las pinturas rupestres, las mujeres del Paleolítico
ya coloreaban de marrón rojizo las diferentes partes del cuerpo. Lo que sí se sabe
con seguridad es que tanto hombres como mujeres cubrían su cuerpo con minerales
rojos mezclado con grasa animal para proteger su cuerpo de los rayos solares,
es decir ya en la Prehistoria encontramos el primer protector solar.
Con todo esto podemos afirmar que en un momento dado la civilización prehistórica deja de actuar simplemente para sobrevivir y pasa a preocuparse por la belleza y el bienestar, puede que con una finalidad diferente a la actual pero con el mismo objetivo: sentirse bien.