miércoles, 13 de abril de 2016

Hacer de nuestro pasado patrimonio




Dedicado a mis alumnos y alumnas del Programa de Diversificación Curricular de 4º ESO del IES Las Lagunas
“Hay en el ser y pertenecer un profundo consuelo del alma, una sanación íntima que restablece en la persona el sentimiento de ser merecedora de un lugar, de una pertenencia al mundo. Legitimar esta necesidad va más allá de las competencias, méritos, esfuerzos o características propias »
Alain Vigneau


« Hacer de nuestro pasado patrimonio »
Esperanza Samaniego García
Orientadora IES Las Lagunas

A propósito de la nueva incursión educativa de la que me ha hecho partícipe la directora de mi instituto con la creación del blog «Un salto desde Altamira» y la celebración del día de la Mujer, propuse en unas sesiones de tutoría al grupo de Diversificación del centro, como cotutora de este grupo, la lectura y reflexión del papel que desempeñaron las mujeres en la Prehistoria. Tenía curiosidad por indagar cómo percibirían las diferencias según el sexo en estas primeras comunidades humanas en donde ya se apreciaba una clara división de las tareas. ¿Pensarían que había habido mucha evolución en los papeles desempeñados y en su consideración social?
Respondiendo a esta pregunta, prácticamente la generalidad del alumnado de este grupo de 4ºESO piensa que en la actualidad hay menos sexismo que en la Prehistoria. Opinan que en estos momentos se ha conseguido una mayor igualdad de oportunidades en el acceso laboral y mayor acercamiento en la asunción de las labores domésticas que hace unas décadas. 
Todos señalan tareas a las que se dedicaban hombres y mujeres en este antiguo periodo histórico, con una concepción menos preciada de las dedicadas a la maternidad, a pesar de ser imprescindibles para la continuidad de las comunidades. Son conscientes de que —en los primeros momentos de vida de una persona en aquella época— únicamente podían ser alimentados por las madres, aunque señalan que otro tipo de cuidados de las personas más pequeñas y mayores podrían ser abordados por ambos sexos.


Tomando como referencia el artículo « El lugar de la mujer en la Prehistoria » de Margarita Sánchez Romero —profesora del Departamento de Prehistoria y Arqueología de Universidad de Granada— el problema es precisamente que a las actividades a las que se dedicaban las mujeres (relacionadas con «lo doméstico») se les han dado poco valor. Tradicionalmente se ha considerado que no requieren ningún tipo de experiencia o conocimientos para su desarrollo y, aún así, se convierten en fundamentales para cualquier sociedad, independientemente de su modo de subsistencia.
En todas las sociedades conocidas existe una división del trabajo por sexos. Esta separación no significa que un grupo realice tareas menos importantes que el otro, sino que es un mecanismo para poder obtener mejores recursos. Precisamente algunas teorías apuntan que este reparto de roles o funciones está muy relacionado con la maternidad de las mujeres —como señalaba el alumnado—. En sociedades como las prehistóricas, la alimentación de los bebés mediante la lactancia era fundamental y esto hizo que las mujeres se dedicaran a las actividades de mantenimiento y espacio doméstico pero sin que esto significara que su rol era menos importante. Eso vino después, afirma la profesora.
En palabras de Margaria Sánchez «las mujeres son las grandes olvidadas de las sociedades prehistóricas. Tenemos la visión de que el individuo-tipo de esa época es el adulto masculino, prácticamente occidental, y nos olvidamos del resto de los miembros del grupo». En las sociedades de la Prehistoria no tenemos datos que nos lleven a pensar que las mujeres no cazaban o que no intervinieron en determinadas producciones, como las de la piedra tallada o la metalúrgica. Además, muchas imágenes del pasado las muestran plenamente integradas en cuestiones rituales y religiosas. Por otra parte, los ajuares funerarios que encontramos en las sepulturas muestran que sí había diferencias entre más o menos importantes pero no muestran, por ejemplo, diferencias entre hombres y mujeres. 
De esta forma podemos concluir diciendo que la sociedad prehistórica era más igualitaria que la sociedad moderna. Al menos, por lo que respecta al reparto de tareas entre los hombres y las mujeres. Como sabemos, las mujeres no sólo se dedicaban a la crianza; también a la caza menor, a la pesca o a cultivar el campo. Puede parecer sorprendente, pero las sociedades que giran en torno a la naturaleza y viven en contacto directo con ella actúan de manera más igualitaria.
Terminada esta propuesta comparativa entre las diferencias del papel de las mujeres en la Prehistoria y en la actualidad, se me ocurrió plantear una segunda parte del trabajo al grupo después de acudir a la presentación del libro « El Clown esencial », de Alain Vigneau, en La Térmica el día 9 de marzo. En palabras del autor, este libro surge de las observaciones, reflexiones y experiencias que ha registrado a lo largo de estos últimos veinticinco años dentro del ámbito artístico-terapéutico del clown.

Alain Vigneau, clown y terapeuta gestáltico, toca lo más profundo con ternura y cuidado haciéndonos ver que la vulnerabilidad es un espacio donde conectamos con nosotros y nosotras mismas, y nuestro pasado, sea cual sea, es nuestro patrimonio. Desde esta vulnerabilidad en la que se celebra nuestra torpeza e inutilidad, nuestros éxitos y nuestros fracasos, para mirarnos sin culpas ni prejuicios, para tomarnos tal como somos y para abrazar nuestra realidad interna, conecté con esta idea tan potente para mí de que nuestro pasado se convierte en nuestro patrimonio.

Les pedí entonces a los alumnos y alumnas de Diversificación que preguntaran a las mujeres significativas y cotidianas de sus vidas —madres, abuelas, tías…— cómo había sido su experiencia de ser mujeres en la vida y qué recomendaciones les daban al respecto. Pretendía que fuera un ejercicio de escucha familiar, de esos en los que se trasmiten preciados legados que dejan huella y a los que se pone en valor la voz de las mujeres y nos empoderan.

También ellas hablan de maternidad y trabajo en la sociedad actual y lo hacen orgullosas de ello. Rocojo aquí algunos fragmentos de las anotaciones de esas conversaciones o entrevistas que los alumnos y alumnas hicieron al respecto con estas mujeres y que han querido compartir tan generosamente:

«Ser mujer es un privilegio. La forma de decir de qué manera me ha repercutido ser mujer se resume en la persona que soy hoy. Mi familia, mi trabajo y mi casa está ligado a mí como un vínculo inexorable por muchas penas que haya sufrido. Siempre he sabido levantarme con el apoyo de mis vínculos. He de decir que lo más hermoso que he experimentado hasta el momento es cada instante que paso trabajando en lo que siempre deseé y viviendo con la familia que tuve». (José Torreblanca González)

Otra alumna, Lourdes Llamas García, comenta en clase que su madre le ha dicho que «ser mujer es una alegría» y que para ella lo más importante es ser madre. El consejo que le aporta es que «nunca dependa de nadie; que sea independiente».

Esta es una recomendación bastante repetida en el grupo. Hablamos de la importancia de formarnos para encontrar un trabajo que nos guste y nos permita ser personas autónomas, que nos permita tomar nuestras propias decisiones en la vida. 

La madre de Manuela Camargo Bonilla le explica que ser mujer ha sido un bien para sus hijas e hijo y que ha tenido más dificultades en el terreno laboral y sentimiental que los hombres. Le da el consejo de «que no tenga prisa en tener novio porque todo tiene su tiempo y pueda disfrutar sin preocupaciones». También le habla sobre «la importancia de hacerse respetar y estudiar».

A Andrea Rojas Rubio su madre le ha contado lo que le ha marcado ser madre y que lo más preciado que tiene son sus hijas. Le recomienda que viva «todo a su tiempo». Como vemos, esta es otra idea que se repite: hay un tiempo para cada cosa y un momento en el que podrán abordar cada situación con más satisfacción y responsabilidad.

Este ha sido el trabajo desarrollado por el grupo de Diversificación sobre el relevante papel de las mujeres en la Prehistoria y de escucha activa de las experiencias y aprendizajes que a sus madres les ha brindado la vida.

sábado, 9 de abril de 2016

Opinamos sobre los personajes


Seguimos trabajando sobre Altamira.

En esta ocasión opinamos sobre  los personajes de la película.





Altamira from María Camacho

@camachomanarel

lunes, 4 de abril de 2016

María Sanz de Sautuola


Natalia Paulete, alumna de 2º de bachillerato del IES Las Lagunas (Rutas Turísticas por España y Andalucía), nos habla de  la infancia de María

"Hago demasiadas preguntas"  

Hija de Marcelino Sanz de Sautuola. Descubrió las pinturas de la Cueva de Altamira. Su padre era un erudito al que encantaba despertar la curiosidad de su hija. La gran biblioteca de su casa y las colecciones de Ciencias Naturales del gabinete de su padre forjaron su basta cultura.   Vivía entre Santillana del Mar y Santander. La vida urbana le gustaba: el circo, las librerías donde estaban sus lecturas preferidas (de dragones y princesas), los parques, los paseos y la playa.

María, como las niñas de su época, no fue a la escuela. Una tutora le enseñó a leer, escribir, historia, las operaciones básicas y buenos modales.

Entretenía su tiempo con juegos infantiles. Corría con sus peonzas, sus mascotas. Trepaba por ls árboles. Se entretenía con la muñeca que su padre le trajo de Paris. Le gustaba jugar a ser arqueóloga.

Y, así fue cuando, acompañando a su padre a la Cueva de Altamira, dijo :  ¡Papá, en el techo hay pintado bueyes!.

Biografía de María Sanz
Biografía de María Sanz



miércoles, 30 de marzo de 2016

Altamira y el clima





¿Cuáles eran las condiciones climáticas hace más de 10.000 años? ¿Vivían los seres humanos que habitaban en Altamira bajo un clima similar al de hoy en día en la cornisa cantábrica?

Es importante entender que durante todo el Cuaternario se dan una serie de períodos glaciares, separados por otros períodos más cálidos conocidos como interglaciares. El período que corresponde a Altamira (entre 22.000-14.000 años aproximadamente) nos encontramos al final de la última glaciación, la conocida como Glaciación de Würm, que comenzó hace unos 80.000 años y que termina hace unos 10.000 años. Por tanto, durante este tramo final de la ultima glaciación del Pleistoceno se da un aumento de las temperaturas, y el clima se suaviza en el norte de la península.





En el mapa superior podemos observar la distribución de asentamientos paleolíticos en el sur de Europa occidental al final de la última glaciación. Podemos observar la diferencia con respecto el centro y  el norte de Europa, donde las grandes capas de hielo cubren el territorio durante el año.

El calentamiento progresivo del clima, y la situación de Altamira, en el sur de Europa, fueron dos grandes factores que posibilitaron el asentamiento de seres humanos en este bello paraje del norte de España. Este clima más favorable significó el surgimiento de una mayor variedad de vegetación y fauna, dándose, por tanto, unas condiciones mucho más favorables para el desarrollo de la vida de los humanos.

En esta representación podemos apreciar el enorme tamaño de las capas de hielo que cubrían el Hemisferio Norte.

Resultado de imagen de los casquetes polares
     
¡Y esto es el Ártico actual durante el invierno! La diferencia de tamaño de la capa de hielo es notable. Imaginémonos pues la enorme diferencia de temperatura.

Y para terminar os dejamos un enlace a un vídeo donde se explica las grandes consecuencias del clima en la evolución del ser humano.



martes, 29 de marzo de 2016

#apoyolosdolmenes

El grupo de Rutas Turísticas e Historia del Arte de segundo de bachillerato del IES Las Lagunas apoyando la candidatura de los Dólmenes de Antequera.



Analizamos el cartel de la película Altamira

Durante estos días previos al preestreno de la película, los estudiantes  de cuarto del IES Las Lagunas (Patrimonio) han analizado el cartel de la película Altamira.

Cartel oficial de la película (http://altamirapelicula.blogspot.com.es/)


Estas son las conclusiones que  hemos sacado.

Color. Observamos que los colores que se utilizan (sepias) nos remontan a una época anterior a la nuestra, a las primeras fotografías a color. Por tanto, pensamos que la película es sobre una historia del siglo XIX.

Texto. En la parte central cobra un papel importante el título ALTAMIRA. Está muy claro, es muy legible.  El tamaño de las letras son muy grandes.Aparecen dos nombres propios. Arriba el nombre de uno de los actores: Antonio Banderas. Creemos que esta referencia es por ser un actor español y el cartel del pase de la película en España. Debajo del título aparece el nombre del director:  Hugh Hudson.

Fotogramas. En el cartel aparecen cuatro fotogramas: los tres protagonistas en la parte superior. Nos hablan de una pareja. El protagonista masculino con una mirada dura, que transmite algo de pesimismo. La protagonista femenina un tanto soñadora. El tercer personaje es un alto cargo eclesiástico, su mirada es inquisidora.
En la parte inferior, aparece un fotograma impactante, María y Marcelino con farol en mano mirando el techo de los bisontes. 
Estos cuatro fotogramas nos cuenta una historia intimista, romántica y de aventuras sobre algo desconocido. Esto puede quedar remarcado con el hecho de que difumina los rostros. Esto denota romanticismo, heroicidad y fantasía
Estos fotogramas nos hablan de la historia de la película. Un descubrimiento que cambió sus vidas y la historia del mundo, tal como reza a pie de cartel.  El hecho del descubrimiento reseñado en la parte inferior del cartel nos lleva a la lectura de los personajes superiores y sus miradas. Algo tan importante, pero nada gratificante. Conducirá a un enfrentamiento con la Iglesia y con la comunidad científica

Hemos aprendido que los carteles  son un método idóneo para hacer una promoción de las películas


@camachomanarel

LA ESTÉTICA EN LA PREHISTORIA



Han pasado millones de años pero la preocupación del ser humano por la estética ha estado presente desde el inicio de la humanidad hasta nuestros días.

Vamos a comenzar con el mundo del PERFUME: ¿sabéis de donde procede la palabra perfume? pues precisamente de la Prehistoria, PER (a través de) - FUME (humo). Ahora os preguntareis ¿qué sentido cobra el humo en un perfume? Los habitantes de la Prehistoria quemaban hierbas y maderas de árboles para despertar el fuego. Hasta aquí hablamos de supervivencia puesto que la finalidad era protegerse del frío  pero, en un determinado momento, se dieron cuenta que el aroma que desprendía la pira era agradable y les hacía sentirse mejor. Este hecho les llevo a considerar el perfume como algo valioso. El humo que desprendía la hoguera se elevaba directamente hasta el cielo y les hizo pensar en utilizarlo como ofrenda a los dioses en sus ceremonias rituales. Este acto  se sigue manteniendo en la actualidad en numerosas manifestaciones religiosas.




                    


Con el descubrimiento del perfume nos remontamos también al origen de la AROMATERAPIA, ya que el ser prehistórico se sentía mejor con el aroma que desprendían ciertos elementos de la naturaleza, lo que habían iniciado como supervivencia se convertiría en un momento dado en bienestar.

Fueron los seres prehistóricos los que observaron que los aromas mejoraban su calidad de vida, sin embargo el uso del perfume tal y como lo conocemos en la actualidad se remonta a Egipto. Las mujeres egipcias llevaban pequeños recipientes de barro con perfumes que contenían esencia de sudor de los hombres más sanos y fuertes para atraer sexualmente a los hombres y combatir ciertas enfermedades. Este acto se mantiene en la  actualidad ya que reconocidos  perfumistas  incorporan feromonas combinadas con elementos naturales en esencias tan famosas como Opium de YSL, Armani code o  Poison de Dior, con el objetivo de  atraer al sexo opuesto.




Otro aspecto a analizar dentro de la estética femenina de la Prehistoria es el uso del maquillaje facial y corporal. Las primeras mujeres  ya usaban pigmentos minerales y animales como maquillaje aunque no se sabe con certeza cuál era su finalidad: si lo usaban para realzar su belleza, para llevar a cabo un acto fúnebre o para iniciar un ritual. Según se deduce de las pinturas rupestres, las mujeres del Paleolítico ya coloreaban de marrón rojizo las diferentes partes del cuerpo. Lo que sí se sabe con seguridad es que tanto hombres como mujeres cubrían su cuerpo con minerales rojos mezclado con grasa animal para proteger su cuerpo de los rayos solares, es decir ya en la Prehistoria encontramos el primer protector solar.



Con todo esto podemos afirmar que en un momento dado la civilización prehistórica deja de actuar simplemente para sobrevivir y pasa a preocuparse por la belleza y el bienestar, puede que con una finalidad diferente a la actual pero con el mismo objetivo: sentirse bien.


domingo, 27 de marzo de 2016

El Arte Paleolítico Español


Flora y Fauna en la Cueva de Altamira


La tela de araña



La desaparición de la mujer y de lo femenino de la esfera de lo público se produce cuando se invierten los papeles. En nuestros comienzos como especie, lo importante es la maternidad, es lo que asegura la supervivencia del grupo, y por ello el grupo protege a las mujeres. El hombre es sustituible, no importa poner en riesgo la vida de los hombres, pero ellas resultan imprescindibles. Así se produce el reparto de papeles, la división del trabajo, entre los cuidados y el mantenimiento de la especie y el suministro de los medios para la supervivencia, mediante la caza (fundamental para la alimentación del grupo y para que las madres puedan alimentar mediante la lactancia a la prole).
En algún momento de la historia (con el descubrimiento de la aportación masculina a la fecundación, probablemente, como en otra entrada de este blog se comenta), comienza esa inversión de los papeles.
Ahora la mujer ya no hace nada importante, ahora la mujer desaparece del ámbito público. Pero ¿desaparece realmente? Nunca ha desaparecido de ese ámbito, siempre ha estado ahí. El problema es que hemos hecho desaparecer las categorías de lo femenino de ese ámbito público. En él las categorías son las categorías de lo masculino y, así, nos vemos obligadas a juzgar lo que las mujeres hacemos desde unas categorías que no nos corresponden. Categorías basadas en la competencia, violenta o no, en la rivalidad, en el enfrentamiento. Y esas categorías no representan necesariamente lo femenino.
Pero estas categorías no nos corresponden porque, realmente, tampoco corresponden a lo masculino. Esa es precisamente la trampa de la tela de araña en la que la sociedad nos hace caer. Si eres mujer, tienes que responder a una serie de categorías con las que has de sentirte identificada, en las que nos hemos de sentir reflejadas. Seremos “buenas mujeres” si somos cariñosas, fieles, amables, entregadas, respetuosas hacia los demás, sobre todo hacia los hombres, sacrificadas por los demás. Todas estas categorías nos niegan lo que por definición somos como seres humanos. Pero esta trampa también sirve para lo masculino. Y aquellos que no sean competitivos, violentos, infieles, desleales, etc., no son considerados “machos”, valiosos.
Se trata en cierto modo de romper con esa categorización que nos hace amoldarnos a unos rasgos con los que no necesariamente nos sentimos identificados, ni unos ni otros
Recuperar los valores femeninos no tiene por qué significar rechazar los masculinos, sino eliminar esa separación entre lo femenino y lo masculino, compartir esos valores, esas categorías, sentirse reflejados en aquellos valores o categorías con las que mejor nos sintamos. No importa que esos valores hayan representado hasta ahora a las mujeres o a los hombres. En definitiva, somos personas.

jueves, 17 de marzo de 2016

“La Historia la escriben siempre los vencedores”


L
La frase pronunciada por Orwell podría encabezar perfectamente el pequeño trabajo que durante un trimestre elaboraron un grupo de siete alumnas de cuarto de secundaria del IES Las Lagunas para la materia de Cultura Clásica. 

Sólo pretendíamos rebuscar, de una forma sencilla, en una época de grandes guerras y conquistas alguna huella de la voz de las mujeres.

¿Qué se sabe de las mujeres en la Antigüedad  Clásica?  La mirada que de ellas tenemos es la de los hombres que gobernaban las ciudades y construían su memoria.

Los grandes escribas, indiferentes al entorno privado, mostraban interés sólo por un mundo en el que ellas no solían, ni podían entrar.

A veces, cuando lo intentaban, los pensadores se inquietaban como ante un desorden que provocaba los mismos estereotipos que hoy en día. Esto es así desde Heródoto o Tito Livio. En Roma las mujeres contaban para el censo sólo si eran herederas.

A las mujeres se las representa antes de que ellas mismas hablen. Las diosas poblaban el Olimpo de ciudades sin ciudadanas; la Virgen reina en los altares donde ofician sacerdotes. Todo lo ha inundado siempre una mujer imaginada e imaginaria.

Filósofos, juristas, teólogos, historiadores, pedagogos… han definido siempre a las mujeres por el lugar que deben ocupar, por sus deberes.

La historia de las mujeres es la de su acceso a la palabra. Mediatizada, aún hoy por sus portavoces, los hombres.

No obstante, a pesar de la gran invisibilidad, encontramos ciertas huellas, ciertas voces…


miércoles, 16 de marzo de 2016

Luma, la pintora de Altamira

La pequeña niña observa todos los días el ritual de su padre, el trabajo que le habían encomendado para el resto de su vida: obtener colores de la propia naturaleza,  ¿para qué? Para crear lo que hoy llamamos arte, un arte que para ellos no era otra cosa que un ritual, una llamada a la naturaleza, a los dioses y las estrellas para ayudarlos en la caza.

La joven niña aprende como buena discípula la técnica de la obtención de pigmentos a través de la naturaleza. Para  las líneas gruesas se utiliza carbón vegetal, con algunos minerales conseguimos amarillos y ocre y hasta de algunos fluidos se obtienen colores. Ella no sabe leer, ni casi interpretar las imágenes, pero tiene una cosa clara, las quiere pintar, las quiere plasmar en las cuevas, dejarlas, sin saberlo aún, para siempre en los libros de la historia del arte.

Sabe de colores, obtenerlos, desde pequeña lo ha visto,  pero no es eso lo que le interesa.

A ella le interesa dibujarlos. 

Lo hace desde pequeña en la tierra húmeda de su alrededor, en la arena del suelo y hasta en los troncos de los árboles, dibujar los animales que ve a su alrededor.

Pero ella sólo tiene un pensamiento, solo uno le atormenta, y es cómo decirle a su padre que no le interesa su trabajo, que por nada del mundo querría dicha tarea. Su sueño está relacionado con los colores, sí,  pero con otro fin: utilizarlos para crear arte. 

La inocente niña el único problema que ve en su decisión es decepcionar a su padre por no seguir su camino, decirle que no quiere obtener pigmento, que para ella su sueño es pintar y dibujar, transmitir con su arte. 

Nadie le ha planteado a esa niña que el verdadero problema es haber nacido niña, que su verdadero problema radica en su sexo, en ser mujer y que la única tarea encomendada para ella no es otra que la de criar niños, amamantarlos y ser recolectora, que la única manera de dejar su huella en la historia de arte  de la humanidad es ser la madre o la mujer de alguien.

La historia del arte está creada y contada por y para  hombres, la huella de la mujer es casi imperceptible en veinte siglos de historia de la humanidad. 


UN SALTO DESDE ALTAMIRA: EL NACIMIENTO DE LA MÚSICA


En el aula de música (IES Las lagunas, 1º eso C) se ha recreado una interpretación musical basada en el ritmo, tal y como se piensa que era la música en sus orígenes.

Ritmos realizados con percusión corporal (palmadas, golpes…) unido a los sonidos creados con materiales y objetos cotidianos utilizados a modo de instrumentos musicales (piedras, huesos, palos, troncos huecos, agujeros en el suelo tapados con pieles tensas, semillas utilizadas a modo de sonajeros que, colocadas en brazos y piernas sonaban cuando el portador danzaba…) fueron los primeros pasos en la aparición de este maravilloso arte que es la Música.


Posteriormente, irían apareciendo instrumentos más “elaborados”, como flautas y silbatos construidos con huesos o cuernos perforados . Estos instrumentos fueron probablemente utilizados por los moradores de la Cueva de Altamira (pues se han encontrado restos de ellos en otras cuevas datadas 10.000 años antes), aunque en nuestra recreación musical, hemos prescindido de ellos y únicamente hemos utilizado la percusión.



martes, 15 de marzo de 2016

Mirada interior de lo femenino


Ellas

Nerea Reinford, alumna de 2º de bachillerato del IES Las Lagunas (Rutas Turísticas por España y Andalucía), comparte este relato corto.


Ellas

Existía una pequeña y aislada cueva habitada solo por mujeres.

Ellas mismas decidieron luchar por su vida y sobrevivir ante las adversidades que se le presentaban.

Todas se pusieron de acuerdo y se ayudaron mutuamente en cuanto a comida, agua, abrigo...

Las mujeres de este clan tenían una vida dura pero llevadera. 

Unas cazaban o preparaban la comida y caldos, mientras que otras descansaban o hacían guardia.

Algunas murieron  en enfrentamientos tribales. Se les rindió honra y se pintaron símbolos para tenerlas presentes. 

Esta cueva fue conocida como Altamira.

lunes, 14 de marzo de 2016

¿Dónde están las mujeres?




Todos sabemos que se hace  necesaria una crítica social y cultural sobre la falta de igualdad en cuestiones de género.  No hay ni que decir que esta inequidad es la base de las otras desigualdades, como la económica, prejuicios culturales en roles masculinos/femeninos, invisibilidad de la mujer en la historia, potenciador de esta discriminación por los medios de comunicación, poca participación política de la mujer, violencia de género en el lenguaje,…,  son algunos ejemplos que motivan estas reivindicaciones por distintos colectivos. La escuela debe seguir trabajando de forma transversal estos temas que hemos de considerar enseñanza de vida. El ámbito escolar es el propiciador de la socialización de las personas, es el lugar donde deben fomentarse las relaciones democráticas, tolerantes e igualitarias entre sexos. Trabajar sobre este campo no es más que fomentar la no violencia, los derechos humanos y el respeto al otro.
Hacer que la equidad entre los sexos sea una realidad no implica competir ni someterse, se trata de romper barreras, falsas creencias y prejuicios.
Estos conceptos son necesarios para alcanzar una educación  integral, que integre las emociones y la ética, que nos lleve a trabajar valores, actitudes y comportamientos.
El papel de la mujer ha variado dependiendo de la época. Los autores que estudian la antigüedad, los mitos, afirman de la existencia de matriarcados en los primeros momentos de la historia. Mitos celtas, irlandeses, hebreos y griegos dan como comienzo del patriarcado cuando el varón tomó conciencia de su papel en la procreación.  Antes de este conocimiento se le otorgó a la mujer un papel predominante en la política y la religión.
En todas las culturas hay cierto paralelismo de adoración a la diosa madre, siendo muchos los títulos que recibía, tanto en Europa, como en Siria y Libia. En el segundo milenio a.C., empiezan a aparecer mitos con protagonistas varones (Zeus…). En Grecia las mujeres estaban bajo dominio de los varones, eran consideradas menores de edad. Su función: producir ciudadanos, aun así nos han llegado algunos nombres: Aspasia de Mileto (maestra de retórica), Safo (poetisa), Artemisa de  Caria (reina de Halicarnaso).
En Egipto se respetaba mucho a las mujeres, aunque no se las consideraba como iguales. Llegaron a dedicarse a distintas profesiones y cuidaron de los negocios. En algunas ocasiones ocuparon la dignidad de faraón.
Entre los aztecas las mujeres eran tratadas en plano de igualdad hasta el surgimiento del imperio. Entonces se las relegó a trabajos domésticos, aunque pudieron ejercer otros como sacerdotisas, doctoras o hechiceras.
En la Antigüedad, como decimos en líneas superiores, la mujer aún conserva algunos derechos: en Roma Imperial, podían divorciarse y tener propiedades; pero no ejercieron cargos públicos.
A pesar de este panorama, nadie puede ocultar el papel de la mujer como algo fundamental. Han participado en la economía de forma activa desde el principio de los tiempos.
En los albores de la Revolución Industrial, hombres y mujeres, trabajaban 18 horas diarias, sin vacaciones, sin descanso semanal.
Han dado muestra de su valía en el mundo político, cultural y militar: Isabel I de Inglaterra, Catalina II de Rusia, la reina Victoria, Juana de Arco, Haydée Santamaría,…, son algunas muestras.
La conciencia femenina despierta en el siglo XV. Hasta la Revolución Francesa las mujeres como grupo social  no reclamaron sus derechos. Serán algunas mujeres de la aristocracia las que empezaron a emerger en ciertos movimientos culturales (Ilustración): Olimpia de Gouges.  La verdadera conciencia femenina surge a finales del siglo XVIII, en los albores de la Revolución Industrial. Destacan nombres propios como Mary Wollstonecraft detractora de la idea de que las mujeres eran naturalmente inferiores a los hombres, defiende que esa diferencia es por motivo de educación.
Si hablamos de feminismos tenemos que separar su estudio en tres etapas.
-    Las sufragistas: parte de los movimientos que solicitaban el derecho al voto femenino (fines s. XIX-principios s. XX), para ello recurrieron a huelgas de hambre y otras acciones para conseguir sus objetivos.
-    Segunda Guerra Mundial. Supuso la incorporación de las mujeres a las fábricas (armas), pero solo durante los años de la guerra. Tras acabar, volvió a venderse el papel  de la mujer dentro del ámbito del hogar.  En este momento se reivindica temas como sexualidad, familia, lugar de trabajo, reproducción, desigualdades sociales, políticas y culturales. Se levantó la voz contra la violencia de género. Empezó a comercializarse la píldora anticonceptiva.  Entre las voces destaca la de Simon de Beauvoir, Betty Friedan ,…
-     Desde la década de 1990 comienza una nueva fase en el movimiento feminista. En este caso se hace hincapié en la defensa de  mujeres de países en vía de desarrollo y en países subdesarrollados. Se lucha por acabar con los estereotipos, el uso de la mujer en los medios de comunicación y el lenguaje.

Biografía:
Joseph Campbell,  1949 El héroe de las mil caras. FCE
Erich Neumann, 1955. La Gran Madre. Trotta
Evelyne Sullerot, 197o. Historia y sociología del trabajo femenino EDICIONS 62.


domingo, 13 de marzo de 2016

Y , si hubieran sido ellas.

Leo Arjona, alumno de 2º de bachillerato del IES Las Lagunas de Mijas (Rutas Turísticas por España y Andalucía),  comparte con nosotros una reflexión sobre la Historia del Arte y las mujeres.


Y, ¿qué pasaría si de repente nos mueven todos los esquemas y nos dicen que todas las pinturas de la cueva de Altamira, han sido pintadas por mujeres?

¿Cambiaría la Historia del Arte libros y apuntes?

¿Se volverían a interpretar las pinturas y sus significados?

Vemos en esas pinturas  representaciones de  mujeres, pero… ¿fueron ellas las artistas?

Dentro de la Historia del Arte, los artistas más representativos son y han sido en su mayoría hombres, pocas mujeres conocidas…

Algunos pensaran que si las mujeres hubieran pintado las paredes de la cueva, habría datos sobre cómo cuidaban a sus hijos, o como se quedaban en la cueva esperando a los hombres del clan. Porque sí, eso es lo que piensan la mayoría sobre lo que hacían  anteriormente las mujeres.

…Sobre lo que hacían…No, aún son muchos los hombres y  las mujeres que  siguen aceptando este rol para ellas, visión prehistórica de la mujer.

¿Nos imaginamos a una mujer fuerte, aglutinando pigmentos, manchándose los dedos para pintar en la pared escenas típicas de su vida? ¿Y a un hombre prehistórico (o no tanto) cuidando a los hijos y cocinando mientras la mujer caza? Qué difícil abstracción.

Nunca podremos afirmarlo, pero ¿por qué no pudieron ser ellas las artífices de las pinturas? 




Música en Altamira

Daphne Pérez, alumna de 2º de bachillerato del IES Las Lagunas de Mijas (Rutas Turísticas por España y Andalucía), comparte con nosotros un relato corto sobre la música en Altamira.



La música en Altamira era algo mágico.

Hombres, mujeres, niños y ancianos participando en tradicionales ceremonias durante la noche. Mientras las estrellas y los ancestros observan.

Instrumentos hechos a mano. Tambores con troncos ahuecados cubiertos con membranas tensadas amarradas con cuerdas. Flautas hechas con cañas.

Hombres tocando, mientras mujeres y  niños cantan y danzan alrededor de la hoguera.

Son canciones que los antepasados inventaron y han sido heredadas por el clan.

Los más adentrados en edad se encuentran sentados en el suelo, admirando la gran ceremonia de la que ellos formaron parte en sus días de juventud.
La percusión inundaría todo el lugar, ritmos rápidos y tocados con seguridad. Canciones sin partituras,  memorizadas.

Al final de la ceremonia musical realizan pinturas en las paredes de sus cuevas, quedando marcadas en el cerebro colectivo.

La música, el canto y la danza, energía de todos, rebosantes de  alegría, dedicados a los ancestros que observan orgullosos desde el estrellado cielo